Mes Urbano

Por: Marielos Quijano, Directora de Vivienda y Territorio.

El 15 de octubre iniciaron las «Mesas de trabajo» de TECHO en cinco comunidades del departamento de La Libertad, donde voluntades se movilizaron para coordinar proyectos que incentiven la autogestión y el desarrollo comunitario. En el marco del Mes Urbano, esta actividad llama a la reflexión.

 

Para 2021, el 24.6% de las personas vivían en pobreza monetaria y 10 de los 14 departamentos en El Salvador, reportaron un índice superior al promedio nacional. Como organización, reconocemos que existen carencias, tanto desde el Estado como del resto de actores sociales, para atender todas las problemáticas que mantienen en una situación de pobreza a los asentamientos, por lo tanto vemos pertinente y urgente un acompañamiento permanente a las familias. 

 

Es así que, desde este programa que TECHO implementa, buscamos la superación de la pobreza a través del diagnóstico de las necesidades de cada comunidad, encontrar soluciones a las problemáticas que aquejan a los asentamientos y propiciando espacios de participación ciudadana en los que las familias son los principales actores en la lucha de sus derechos por un hábitat adecuado.

 

A diario, las familias de los asentamientos se ven afectadas por la falta de vivienda adecuada, acceso a servicios básicos, educación y atención médica de calidad, ausencia de sistema de recolección de desechos y, a menudo, accesos y caminos en mal estado que imposibilitan el fácil acceso a su comunidad. Adicionalmente, deben lidiar con la falta de oportunidades que el sistema ofrece para poder solventar sus necesidades.

 

En promedio, las familias con las que TECHO trabaja se ubican en el sector laboral informal y perciben ingresos mensuales menores a los $300, que para una familia de al menos cuatro personas no es suficiente para cubrir el costo de la canasta básica y, mucho menos, para subsanar otras necesidades como el acceso al suelo, a la vivienda o procurar que su comunidad se desarrolle en otras áreas, como los espacios públicos.

 

Es por todo lo anterior que, en la medida se logren conocer las necesidades específicas de cada una de las comunidades y sus habitantes, se puede alcanzar un desarrollo integral en los territorios, buscar el apoyo necesario por parte de cada una de los actores que intervienen en las problemáticas identificadas y finalmente dar una solución que esté adaptada a la realidad comunitaria.

 

Por lo cual, desde el conocimiento que tenemos de los territorios, hacemos un llamado a todos los sectores de la sociedad a que sean parte de la solución, que se involucren en crear oportunidades para la niñez y la juventud, para que puedan brindar trabajo digno y para disminuir la brecha de desigualdad que existe en nuestro país.

 

Desde nuestra vivencia con las Mesas de Trabajo, sabemos con certeza que para superar la situación de pobreza de nuestras comunidades, cada sector debe asumir su responsabilidad y  generar oportunidades de desarrollo que puedan ser gestionadas por la misma comunidad, en acompañamiento del voluntariado de TECHO.